Si quieres algo, ayuda a otro a conseguirlo.

     Es una de las leyes universales: Lo que hagas que experimente otro, algún día lo experimentarás tú. Lo que sale de ti regresa a ti. Si das amor recibirás amor. Lo que hacemos a otros nos lo hacemos a nosotros mismos.

Si quieres conseguir algo, ya sea dinero, felicidad, amor, cumplir un sueño, o cualquier otra cosa, ayuda a otro a conseguir eso mismo. Si quieres dinero, da dinero, si quieres amor da amor, si quieres cumplir tu sueño ayuda a otro a cumplirlo. La ayuda puede ser de cualquier tipo. Seguro que se te ocurre alguna forma en la que puedas ayudar a otro a conseguir eso que tu también deseas.

Ésta gran crisis económica actual la estamos experimentando, en gran parte, porque nos hemos estado preocupando únicamente de nosotros mismos. Es una crisis espiritual que se manifiesta en el plano material, y para salir de ella debemos cambiar nosotros mismos y nuestra forma de pensar y actuar, que ya no funcionan. Hay que cambiar las viejas creencias y maneras de actuar por otras nuevas que funcionen, aunque nos parezcan extrañas. Una vida más plena y feliz nos está esperando a la vuelta de la esquina, y llegaremos a ella cuando dejemos de resistirnos.

Nos resistimos al cambio porque: "mejor malo conocido...", pero no sólo es necesario si queremos llegar a donde decimos que queremos llegar, sino que es una bendición.

 Si trabajamos a favor de las leyes universales, y no en su contra, tendremos todas las posibilidades a nuestro alcance. No habrá nada que no podamos conseguir. Y suele ser el camino más sencillo y gratificante. Lo difícil es nadar a contracorriente.

Así que ya sabes, si quieres algo ayuda a otro a conseguirlo. Es sencillo y nos dará muchas satisfacciones. Por probar no perdemos nada, y sin embargo tenemos mucho que ganar.