domingo, 18 de enero de 2015

La mayoría de nuestros problemas no son los verdaderos problemas, sino sus síntomas o consecuencias.


     Según mi experiencia y la información que he ido encontrando, la mayor parte de los problemas que tanto nos preocupan no son los verdaderos problemas, sino síntomas o consecuencias de los verdaderos problemas.

Cuando nos duele la cabeza y nos tomamos una aspirina, no estamos atacando el problema que originó ese dolor, sino el síntoma.
El problema no es que nos duela la cabeza ( aunque puede suponer un problema), sino que es sólo la consecuencia o el síntoma del verdadero problema, que puede ser: